miércoles, 25 de septiembre de 2019

-RESEÑA- La ninja de los libros, de Ali Berg y Michelle Kalus



                                                                                                               Foto: María Laura Arias

La historia trata de Frankie, una lectora apasionada con un Master en Literatura Inglesa quien, en un acto de desesperación por encontrar el amor –o a sí misma, podríamos decir- decide esconder ejemplares de los libros que más le gustaron en los trenes para concertar citas con hombres que sigan sus gustos literarios. En el proceso conoce al particular Sunny, un muchacho muy apuesto que la desconcierta por ser fan de la literatura juvenil y sus actitudes adorables e impredecibles.

La verdad no me gustó, por la descripción que leí acerca del libro pensé que se trataba de otra cosa totalmente diferente. En primer lugar, no conecté con el personaje de Frankie para nada, no me creí en ningún momento que era un “ratoncito de biblioteca”, el perfil del personaje muy activo no es acorde con alguien encerrado y nerd que se la pasa inmerso en sus lecturas. Ni hablar de la aparición de su mejor amiga Cat que me pareció, sinceramente, insoportable, como amiga y como personaje secundario. Desde el comienzo de la historia solo lees entre ellas un ping pong de chistes sin parar, respuestas irónicas y apodos amigables que se extienden hasta el capítulo final, por lo que termina siendo un abuso del recurso en vez de resultar algo sencillamente gracioso.

Las referencias a los libros, citas y autores me parecieron también demasiadas, excesivas. En el comienzo de cada capítulo, aparte de un determinado tren y trayecto, se menciona uno o varios títulos en particular acordes al capítulo presente. Sumémosle los supuestos chistes en todos los diálogos y muchas más menciones en los pensamientos de los protagonistas, se te hace, finalmente, una ensalada.

El personaje de Sunny es el que más me agradó después de todo, aun cuando algunas de sus actitudes me parecieron ridículas. A medida que iba leyendo, ¡todos los personajes me sonaban ridículos!, por lo que este chico me resultó el más acorde con su personalidad.

Por otra parte, me gustaron algunas entradas del blog que comienza a escribir Frankie según las citas que iba teniendo, no así los comentarios. De nuevo, me dio la sensación que estaba viendo una serie estadounidense. Está bien que las anécdotas que cuentan son graciosas, pero leer algo como “me estoy riendo a carcajadas”, “eres increíblemente buena”, y eso se repite en situaciones que viven los protagonistas —se me vienen a la mente un par de escenas—, ¿es necesario que sea todo TAN exagerado? Supongo que es la manera que encontraron las autoras de plantear una historia así de delirante: a través de la exageración.

Admito haber conectado un poco —poquito nomás— con nuestra protagonista en la parte dramática hacia el final, pero también me pareció descolocado. Fue tan abrumador el recurso de la comedia en toda la historia que cuando las autoras quieren bajar de la montaña rusa resulta, lamentablemente, forzado. Ahí supongo que se nota la participación de ambas mujeres, como si se hubieran turnado la pluma para escribir, porque el tono que toma la historia es conmovedor, una emoción que no aparece en todo libro salvo en esa última escena.

Como última acotación menciono los errores de traducción y de corrección: encontré fácilmente diez… ¡diez! Desde temas de tipeo que abundan hasta un párrafo entero y diálogos con traducción literal —que no concuerdan con el español— sin revisar, o palabras sin traducir directamente, lo que me lleva a la conclusión de que, o lo publicaron a las apuradas, o no tuvo corrección alguna. Es una pena porque la edición es linda, tanto la portada como las hojas son de buena textura y calidad, pero el contenido terminó siendo desprolijo.

Creo que el toque de comedia que quisieron darle a la historia puede servir perfectamente para una película, cuyo recurso visual puede ser muy útil para relatar las situaciones que se narran aquí. No considero que haya quedado bien de manera escrita, más bien me dejó la sensación que estaba leyendo un guion. Si les gustan las comedias románticas rápidas y los chistes a cada rato, pues sí, ¡se los recomiendo! Sino, ni pierdan el tiempo.


                                          VALORACIÓN:   


domingo, 8 de septiembre de 2019

- RESEÑA - Como agua para chocolate, de Laura Esquivel



                                                                                                 Foto: María Laura Arias                                     

“Como agua para chocolate” es mi primer encuentro con la literatura mexicana y no me defraudó en lo absoluto. Me encantó su lectura; esta novela es ¡entrañable y hermosa! La escritora Laura Esquivel nos trae una trama repleta de realismo mágico, de amores imposibles, mandatos y costumbres familiares que intentan ser cambiados.

La historia se desarrolla en el medio de la revolución mexicana y se centra en una familia rural muy conservadora compuesta únicamente por mujeres. Desde las primeras páginas conocemos a Tita, nuestra protagonista, a partir de su nacimiento y su conexión nata con la cocina, lugar donde la cuida y nutre Nacha desde bebé, la cocinera y única persona que conoce como figura materna. Ese lugar se convierte en su refugio y es donde se origina toda la magia que podemos disfrutar a lo largo de la novela. Porque Tita vino al mundo rodeada de “olores a especias, aromas de sopa y cebolla”, siendo la única mujer de la familia capaz de aprender los saberes ancestrales y así mantener viva la tradición.

El entorno familiar se completa con María Elena, madre sumamente estricta y con carácter complicado, la líder del clan; Rosaura y Gertrudis, hermanas mayores de Tita, y Chencha, sirvienta del rancho.

Tan fuerte es el peso del mandato familiar que, cuando Tita se enamora de Pedro, se encuentra con la dificultad de no poder corresponderle por el hecho de ser la encargada del cuidado de su madre hasta el fin de sus días, solo por el hecho de haber nacido como la hija menor.  Pero Tita es una mujer fuerte que desea con todo su corazón romper esa tradición tan injusta y se enfrenta a la única persona capaz de liberarla: su misma madre, María Elena. Esta señora particular se trata de un hueso muy duro de roer –imposible diría yo–, con un carácter feroz y haciéndolo todo tan complicado para la pobre Tita, quien con su generosidad y dulzura intenta zafarse de las situaciones con una creatividad increíble.

La magia en esta historia no molesta, sino que fluye de manera sencilla y creativa entre lo que va sucediendo; hubo escenas que me parecieron muy divertidas. La autora se encarga de narrar todo de forma tan natural que, incluso lo sorprendente de la magia queda como algo totalmente normal, incluso para la época en la que se sitúa la historia. Los personajes son carismáticos y logras identificarte con la mayoría, o al menos entenderlos. Con el único que no pude conectar es con el enamorado de Pedro, quien solo consigue alejarse más del amor de Tita debido a sus elecciones equivocadas.

El libro está dividido en las 13 mejores recetas de Tita como introducción a cada capítulo. Algunas pude relacionarlas con el contexto, otras sinceramente no encontré relación, pero posiblemente sea porque, o no hay relación alguna, ¡o es porque no conozco casi nada de la cocina mexicana! —que creo que resulta más probable—.

En síntesis, es un libro fresco, de lectura ligera, muy divertido y elocuente que vale la pena leer. Hay escenas que no te las ves venir y al final, te deja esa bella sensación de lo que es el amor apasionado y ardiente por el que vale la pena vivir y arriesgarlo todo.


                                    VALORACIÓN:    ✰ ✰ 


domingo, 1 de septiembre de 2019

- RESEÑA - La Escuela del Bien y del Mal, de Soman Chainani



                                                                                                       Foto: María Laura Arias              

Cuenta la leyenda que el escritor Soman Chainani creó su propia materia llamada “Cuentos de Hadas” mientras estudiaba en la Universidad de Harvard, de la cual se graduó con honores de la carrera de Literatura Americana e Inglesa. Y es gracias a ese amor por este mundo fantástico y su gran talento para plasmar historias, que escribió este libro increíble de una saga compuesta por cinco tomos. La Escuela del Bien y del Mal, es el primero de esta pentalogía llena de magia y aventuras.

Les confieso que en un par de días nada más, ¡me lo devoré! Con sus 476 páginas se trata de un libro extenso, pero en cuanto pasas la primera página te atrapa. Se nota enseguida que está escrito de una manera amena y divertida, con diálogos frescos e inteligentes y sorpresas por doquier, desde el principio hasta el final del libro. ¡Me pareció una historia súper entretenida! Y creo que, en todas las reseñas que he leído hasta ahora, coinciden en lo mismo que yo.

La historia parte con dos amigas, Sophie, una bella y engreída campesina que desea ser la princesa de un cuento de hadas, y Agatha, la jovencita rechazada por el pueblo que solo quiere estar en paz con su familia y su gato Muerte. Todos en la aldea están convencidos de que ella sería una villana perfecta en la Escuela del Mal, y Sophie, como es preciosa, es muy buena candidata para la Escuela del Bien. Finalmente, ambas son secuestradas por el temido Director, quien las elige para que pertenezcan a su famosa escuela y así ser personajes de algún cuento de hadas. Gran sorpresa gran es la de ambas chicas cuando Sophie termina en la Escuela del Mal y Agatha en la Escuela del Bien, ¡a la inversa! No solo desentonan con las características de los propios castillos, sino que ellas mismas intentan revertir la situación porque sienten que no pertenecen allí.

Sin embargo, mientras que el mayor deseo de Sophie es el de ser una princesa y no una bruja, Agatha no tiene grandes aspiraciones y desea con todo su ser volver a su casa. Esa diferencia hará que su estadía allí se prolongue mucho más de lo debido y se generan situaciones inesperadas entre ambas.

Personajes hay de los más conocidos y pintorescos, brujas viejas y horrorosas, princesas, hadas, lobos y todo tipo de criaturas que seguro en algún momento habrán oído nombrar. Me encantó sobre todo la aparición de los personajes del Director y el Cuentista, cuya pluma y mente se encargan de dar forma a todo cuento de hadas que caerá luego en manos de un Lector.

El autor juega con los opuestos y con todos los clichés de los cuentos de hadas: que la belleza y la elegancia estén asociadas siempre al Bien y la fealdad al Mal, que las princesas tengan que ser finas y delicadas y las brujas brutas y hoscas, que el Bien tenga materias como “Hablar con los animales” y el Mal “Afeamiento”, etc.


“El Mal ataca. El Bien defiende.

El Mal castiga. El Bien perdona.

El Mal lastima. El Bien ayuda.

El Mal quita. El Bien ofrece.

El Mal odia. El Bien ama.”

(Chainani 2013, pág. 157)


Hasta se da el lujo de criticar los estereotipos de la literatura fantástica, sobre todo con las princesas que no deben defenderse, sino aguardar a que su “príncipe” lo haga, o el hecho de que si no tienen pretendiente para el gran Baile sea la mayor deshonra y queden aplazadas (mientras que los príncipes solo obtienen un castigo menor) y, el más importante, que todo sea llevado a los extremos de que “o sos bueno o sos malo”, que todo sea blanco o negro y no existan los grises. El autor se encarga de crear personajes meramente humanos, llenos de virtudes y defectos por lo que no pueden ser encasillados con facilidad. Y eso es el principal problema que encuentran los profesores cuando descubren que las enseñanzas de tantos años en crear héroes y villanos está en la cuerda floja y por perder sentido.

¿Por qué una bruja tiene que ser rechazada, no puede ser linda y participar de un baile como todos los demás? ¿Por qué una heroína y una villana no pueden ser amigas? ¿O que exista una pareja? ¿Por qué alguien que no cumpla con los “estándares de belleza” no es digna de ser princesa? ¿Quién es el que establece esos parámetros? ¿Y qué sucede con quienes no logran ser protagonistas?
¿Qué pasa cuando el Bien actúa como Mal, y el Mal actúa como Bien?

El tema de los prejuicios está a la orden del día y, además, critica la necesidad de que haya una muerte para que exista un final feliz en el que, claramente, muere el villano por supuesto, para que ese final sea digno del Bien.

La edición es muy bonita, sobre todo la portada; tiene ilustraciones en todo el libro incluyendo un mapa y, como novela, me pareció súper original, creativa y divertida, me he encontrado riéndome sola a medida que iba leyendo. ¡Me encantó! Salvo el final… siento que fue muy abrupto, o posiblemente esperaba otra cosa… Pero ahora que sé que son cinco libros, ¡igualmente muero de ganas por leerlos a todos!

A quienes gustan de los cuentos de hadas, vayan a leerlo, ¡recomendadísimo!


VALORACIÓN:    ✰ ✰    


-RESEÑA- "La pasaespejos 1 - Los novios del invierno", por Christelle Dabos

  "Leer un objeto requiere un poco de uno mismo para cederle el lugar al pasado de otro. Atravesar los espejos requiere enfrentarse a u...