“Esa niña soñada, que recorre un mundo
Nuevo e inexplorado, de hermosas maravillas.”
(Beddor 2004, pról. 12)
(Arte de Andrea Wicklud)
Siempre amé los libros de Lewis Carroll: Alicia en el País de las Maravillas y Alicia en el País del Espejo —siendo
este último, mi favorito de los dos. Por eso, frecuentemente suelo revolver las
librerías e internet en búsqueda de cuanta historia haya sido inspirada en este
hermoso clásico. Y esto fue lo que encontré: voy a hablar de un libro que me encantó
y que, lamentablemente, pasó desapercibido entre tantas series de vampiros y princesas. Su nombre: “La Guerra de los Espejos” y es el primero de una
trilogía llena de acción y magia.
Es más, me equivoco al decir que lo que existe en el mundo
creado por Beddor es “magia”. Más bien se trata de Imaginación Blanca e Imaginación
Negra, al mejor estilo del ying y el yang: son dos fuerzas que
inevitablemente coexisten entre sí, sustentándose una a la otra. Y Alyss, a sus
cortos siete años de edad, da muestras de poseer la imaginación más poderosa de todas.
Como podemos suponer, mientras que la Imaginación Blanca se
nutre de buenos deseos, bondad y generosidad, la Imaginación Negra lo hace
absorbiendo odio, codicia, ira y venganza.
“Tener una
imaginación indisciplinada es peor que carecer de ella.”
(Beddor 2004, 1.21)
Al comienzo de la historia, nos sumergimos en el flamante
Reino de Marvilia, gobernado por la dulce Reina Genevieve, miembro de la Casa
de Corazones y cuyos principios fundamentales son el amor, la justicia y la
voluntad de servir al pueblo. Claro que no todos están contentos con estos preceptos: las otras casas aristocráticas como la de Tréboles, Diamantes y Picas están a la espera silenciosa de una oportunidad fortuita para algún día poder reclamar el trono.
Pero ellos, justamente, no se convierten en el peligro
inminente de la familia real, sino que la amenaza principal es la misma hermana de la reina: la temible
Roja, quien fue desterrada por matar a su propia madre y generar una
guerra civil por el trono años atrás.
Roja es descripta como la contraparte oscura de Genevieve,
dueña de una imaginación precoz y asesina y quien justifica su accionar debido
al rechazo que recibió de su familia en su infancia (y lo que más le enfurece
es que la hayan sacado de la línea de sucesión al trono por su comportamiento).
Es debido a esa sed de venganza, especialmente contra su hermana, que termina
invadiendo el reino aprovechando el festejo de cumpleaños de la pequeña Alyss,
provocando una ola de asesinatos y que, de un modo inevitable, la princesa tenga que escapar para salvar su
vida.
“Que te corten la cabeza.”
(Beddor 2004, 10.68)
Hasta acá ya empezamos a ver claras diferencias entre esta
historia y la clásica. Mientras que en el cuento tradicional de Carroll encontramos
a una Alicia inocente llegando a ese mundo fantástico y multicolor, lleno de
seres de lo más particulares, divertidos y extraños, aquí es completamente al
revés. El autor nos trae una trama mucho
más adulta con personajes sufridos y golpeados que aprenden a sobrevivir en un
reino destruido donde la venganza y el odio son moneda corriente.
Afortunadamente, Alyss no escapa sola de la muerte, sino que
la acompaña Somber Logan, el
guardaespaldas de su madre y quien se convierte en una versión muy diferente y
original del Sombrerero descripto por Carroll. Somber es un hombre sencillo y
reservado cuya vida ha sido destinada exclusivamente a la protección de la
familia real como jefe del cuerpo de
seguridad (conocido como la Bonetería). Viste como un señor aristocrático
inglés, con su larga chaqueta, una mochila y su galera, mas debajo de todo eso se
encuentran escondidas todo tipo de armas que él se encarga de mover con total
libertad y destreza. El mismo sombrero es una chistera que utiliza como filosa
navaja y que vuelve a sus manos como un bumerang. A mí parecer, creo que es imposible
no encariñarse con este misterioso personaje y, de hecho, ganó tanta
popularidad que consiguió su propia serie de novelas gráficas.
Alyss y Somber huyen de Marvilia a través de un portal, pero
terminan separándose y tomando caminos distintos en medio de la ciudad de
Londres del año 1800. Mientras Somber busca desesperadamente a su princesa por
todo el mundo, Alyss pasa por varias situaciones complicadas hasta que es
adoptada por la familia Liddell y conoce a un pastor llamado Dodgson (quien es
nada más ni nada menos que el mismísimo Lewis Carroll). Me pareció muy original
que Beddor haya intentado unir la ficción con la realidad, ya que Dodgson
escucha la historia trágica de la pequeña y se encarga de transformarla en el
libro que todos conocemos: “Alicia en el País de las Maravillas”. Sin embargo, Alyss
se siente profundamente traicionada al ver que él había transformado su vida en
un simple cuento para niños. Profundamente dolida y derrotada, se ve obligada a anular
sus recuerdos y adaptar su vida a la de la época hasta que finalmente Somber da
con ella trece años después.
“Tuve que dar la
espalda a todos mis recuerdos de Marvilia. Tuve que cerrar mi mente a esos
recuerdos para sobrevivir en un mundo que no creía en ellos.”
(Beddor 2004, 35.209)
Y luego tenemos una Alyss ya crecida y adulta que tiene que experimentar
los dolorosos recuerdos que dejó atrás y que se ve obligada a regresar a su
reino destruido, tratando de recuperar su ya olvidada imaginación para poder
derrocar a su tía y restaurar la paz. La única esperanza de los marvilianos está
depositada en ella. ¿Podrá llegar a ser una reina guerrera como lo era su
madre? ¿Podrá dominar su imaginación como todos esperan?
“¿Cómo han podido
torcerse tanto las cosas?”
(Beddor 2004, 53.318)
Otros personajes interesantes que encontramos a lo largo de
la historia son: el General Doppelgänger
–quien se divide en Doppel y Gänger haciendo un paralelo con Humpty-Dumpty–, el
albino Jacob Noncelo –tutor de Alyss
y cuyo nombre es un anagrama de “conejo blanco”–, y Dodge Anders, amigo/enamorado de Alyss e hijo del capitán de la
guardia real y aspirante militar quien, luego de la masacre, se convierte en un
hombre totalmente frío y distante cuyo único motivo que encontró para seguir
viviendo es el de matar al asesino de su padre, el Gato de Cheshire. Sí, el Gato es otro personaje que ya no nos resulta tan simpático, sino que se
convierte en el arma más temible y
letal de Roja.
(General Doppel (a), Gänger (b) y DoppelGänger (c) por
Ryan Meinerding)
(El Gato)
La trama está plagada de escenas de acción donde hallamos continuamente
soldados naipes transformándose en
poderosas máquinas, bombas eléctricas como arañas obús (o de plasma,
llamadas AD52), sombreros-guillotina o naipes utilizados como mortales
municiones. En Marvilia, los viajes/teletransportaciones
a través de los espejos y los hologramas son totalmente corrientes y hay
que ser un viajero experto para no perderte en ellos. Con respecto al autor,
este se encarga de escribir capítulos muy cortos, por lo que la narración es
simple, ágil y dinámica. Quizás al comienzo pienso que podría haber descripto
un poco más, pero eso no quita la emoción que me causó al leerlo (me lo devoré
prácticamente), y, como ya mencioné un poco anteriormente, la historia en sí está ambientada con una estética muy interesante que
queda en medio de la ciencia ficción y el steampunk.
Pese a ser parte de una trilogía, el libro tiene un final
cerrado, por lo que tranquilamente podría haber concluido allí sin necesidad de
agregar más. No obstante, si quieren seguir leyendo, déjenme decirles que,
tristemente, las otras dos partes no
fueron traídas por la editorial,
sino que sólo se consiguen afuera (especialmente en idioma inglés). ¡Y el
material es perfecto para llevar la historia a la pantalla grande! El proyecto
estuvo MUY latente en su momento, pero justo coincidía con la versión de Tim
Burton y quedó todo en suspenso (me reservo la opinión de esa película). Será
cuestión de esperar e imaginar que algún día sí sucede <3 Mientras tanto,
Beddor no deja de escribir, ya sacó varias novelas gráficas y un audio cd muy
fresco inspirado en la Guerra de los Espejos.
Me emociona ver que la entrada de este blog tiene que ver
con mi publicación anterior en cuanto a lo importante (y maravilloso) que es no
perder el grandioso uso de la imaginación, con la creación de todo tipo de
cosas que en la realidad parecen imposibles, pero que en nuestra mente no lo
son. Simplemente basta con tener
voluntad para que lo que imaginemos se convierta en real.
Y tal como Genevieve le enseña a Alyss:
“-Todo está en tu
cabeza.
-Lo sé… ¿No es
maravilloso?”
(Beddor 2004, 56.332)
(Arte de Tae Young Choi)
VALORACIÓN: ✰ ✰ ✰ ✰









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