martes, 20 de noviembre de 2018

- RESEÑA - Nyxia, de Scott Reintgen.



                                                                                                           Foto: María Laura Arias

Olvida tu idea de lo imposible


Hace tiempo que tenía ganas de leer algo de ciencia ficción y justo encontré este título entre las novedades de literatura juvenil de Gran Travesía –Editorial Océano– y me vino como anillo al dedo.

Nyxia es una novela con mucho suspenso, intriga y con un ritmo trepidante que sube y baja a medida que pasan los capítulos, dejándote con ganas de más. Si pensaron que era un tomo autoconclusivo la verdad es que no: se trata de una trilogía planeada por el autor (en su idioma original ya están editados los dos tomos, solo falta la traducción en español) y el final deja puertas abiertas con varios interrogantes… Pero vayamos primero por el comienzo:

Conocemos la historia a través del personaje de Emmett Atwater, un adolescente que es reclutado junto a otros nueve jóvenes por la enigmática y poderosa corporación llamada Babel. Los elegidos tienen la oportunidad de probar sus habilidades –al mejor estilo Divergente–, para poder asegurarse un puesto en la misión al planeta Edén y allí extraer un mineral extremadamente valioso denominado Nyxia. El tema es que, solo irán ocho de los diez reclutados.


“No debo ser perfecto. Solo tengo que ser mejor que mi adversario.”

(Reintgen, 2018. pág. 92)


El entrenamiento al que son sometidos los jóvenes es sumamente duro y allí abundarán las alianzas, estrategias y traiciones, compitiendo de manera individual o funcionando como equipo. No obstante, la corporación Babel esconde más de lo que muestra. ¿Cómo son realmente los adamitas que habitan en Edén? ¿Son tan peligrosos como dicen? Y cuando lleguen, ¿podrán hacerles frente de todas formas? ¿Qué hay detrás de la misión por la conquista de la nyxia? ¿Babel cumplirán su palabra al finalizar los entrenamientos o los participantes son solo títeres de algo mucho más grande?

El libro está dividido como un diario de viaje o bitácora, donde se registran los días que transcurren durante el entrenamiento de los diez candidatos a bordo de la nave Génesis 11. Incluye uno de los archivos donde podemos obtener algo de información de los directivos de Babel.


“Mis sueños son agujeros. En el primero, el agujero negro me devora átomo por átomo y me deja en la nada del Universo. En el segundo, yo soy el agujero negro. Imponente y oscuro, destruyo al resto de competidores uno por uno. Sus gritos carecen de sonido. No estoy seguro de qué sueño es más aterrador, aquél en el que soy destruido o el destructor. Mientras observo el techo, me doy cuenta de que el concurso de Babel me convertirá en uno u otro. 

No hay punto intermedio en el Génesis 11.”

(Reintgen, 2018. pág. 62)


En Nyxia, los personajes son en realidad el punto fuerte de la trama. Todos tienen en común que provienen de entornos duros, donde tuvieron que pasar situaciones extremas o desoladoras. Puede sentirse la amargura en los diálogos de cada uno de ellos; no están en una competencia feliz, están en un lugar donde pueden obtener una chance de mejorar sus vidas o la de sus familias. El premio del dinero es una posibilidad única que no pueden darse el lujo de desaprovechar, es una oportunidad de “ahora o nunca”. Si ganan la competencia pueden llegar a ser alguien en un mundo que les dio la espalda toda la vida.


“Olvidados. Somos las personas que el mundo quiere olvidar.”

(Reintgen, pág. 104)


Una mención especial merece la nyxia, el mineral que le da el nombre a este título y que es capaz de moldearse según la voluntad de quien lo controla, pudiéndose convertir en casi cualquier objeto, desde una simple herramienta hasta el arma más poderosa. Todo depende del portador, del control y de la fuerza y voluntad de la persona que la manipula. Es interesante ver cómo el autor dota a este material con una personalidad deseante y hasta agresiva, llegando a convertirlo en un personaje más.

La narración desde el personaje de Emmett me pareció correcta, pero por momentos monótona. En mi opinión personal, creo que la historia hubiese dado un giro interesante de haberse contado desde distintos puntos de vista, teniendo tantos personajes distintos y variados… posiblemente la elección de alguna voz femenina hubiese hecho la diferencia. Hay momentos en la trama donde pasan situaciones conmovedoras en las que la emoción a través de sus ojos no se logra transmitir… Sí, es un personaje que pasó por situaciones duras, pero sus compañeros tienen historias mucho peores; hay mucho drama por momentos innecesaria donde la atmósfera se torna densa y amarga.


“Hoy ha sido solo un día, me repito. Esta pelea lleva librándose décadas, generaciones enteras. Un mal día no evitará que me levante. Ni me daré por vencido, ni hoy, ni nunca."

(Reintgen, 2018. Pág. 61)


Volviendo al punto de vista en primera persona, creo que no fue acertada esa perspectiva al tener tantas escenas de acción incluidas. Muchas veces tuve que releer esas escenas porque pensaba que me había saltado alguna cosa pero no, no se logra describir lo que el autor está viendo. Faltan detalles, descripciones, acciones, movimientos. Allí es donde el autor debería haber ralentizado el ritmo de la narración para poner más atención a todo eso. Las competencias son muchas, muchísimas. Todo el libro está lleno de ellas y es una pena porque lo que están haciendo los personajes termina perdiéndose. Me pasaba que la escena terminaba y no había entendido qué había pasado en el medio. Me daba la sensación como si las escenas de acción “se estuviesen dando por sentado”, al mejor estilo de “imagínalas a tu manera y listo”. Y si hubiese tenido el apoyo visual de una película (porque es ideal para llevar al cine!!) habría sido buenísimo, pero lamentablemente no fue así. Eso a mí me trabó bastante, sobre todo en la parte de las excavaciones, imaginarlo se me hizo muy tedioso.

Para los fans de las historias de amor, lamento decirles que no hay tiempo para el romance aquí; lo que parece al principio termina siendo una relación de compañerismo o hermandad, y lo que se muestra muy al final en realidad son gotas de lo que puede desarrollarse más adelante en una posible continuación.  

Los tantos giros a lo largo de la trama son un punto a favor en esta historia. Avanzas a un ritmo vertiginoso y siempre hay sorpresas, algunas un poco previsibles, pero sorpresas al fin.

En cuanto a la atmósfera del lugar, pese a que la nave de Babel es enorme, el autor supo transmitir una sensación de ahogo y encierro desde el primer momento. De verdad que dan ganas de salir, sumado al hecho de lo que las directivas de los jefes son despiadadas y exigentes y eso hace que todo sea mucho más asfixiante. El lugar es oscuro y esa oscuridad se lee a través de la totalidad de las páginas.

En síntesis, creo que es una novela interesante, con algunos altibajos en la trama, pero que de todas formas me atrapó mucho por momentos; me dejó con ganas de leer la continuación. Si son amantes de este género y este tipo de literatura, no estaría mal darle una oportunidad!!



VALORACIÓN:  ✰✰✰


domingo, 29 de julio de 2018

- RESEÑA - Warcross, de Marie Lu.







Jugadora

Cazadora

Hacker

Títere
...

    Así aparecen esas potentes palabras flotando como códigos en la colorida portada en español, bajo el logo gigante de Warcross, el último bestseller de Marie Lu, una de mis autoras favoritas.

Si bien al comienzo del libro se parece entrever cierta reminiscencia con la novela conocidísima de Ready Player One, al adentrarnos en la historia se nota claramente que todo se dirige hacia otra dirección.

Marie Lu nos presenta un mundo futurista; una distopía en donde la realidad virtual es un factor importante para la sociedad. Dicha innovación tecnológica recibe el nombre de Neurolink, un sistema creado por Hideo Tanaka, un joven de 21 años, dueño de la empresa multimillonaria Henka Games. El Neurolink es una tecnología que permite a las personas conectarse a una red infinita de realidad virtual a través de unos simples lentes que utilizan los impulsos eléctricos del cerebro.

Warcross es el nombre del videojuego donde las personas tienen la oportunidad de generar sus propios avatares, ganar puntos, experiencia y mejorar sus habilidades para convertirse en los jugadores más codiciados de la red. El juego se ha vuelto tan popular que se desarrollan torneos internacionales con miles de espectadores y jugadores a la expectativa de poder ser elegidos para participar.

Aquí es donde entra el personaje de Emika Chen, una hacker brillante de 19 años con el cabello arcoíris que, en la desesperación de conseguir algo de dinero, sabotea el juego durante una de las partidas llamando la atención de todos, en especial de Hideo – el mismísimo creador.


“Busco lo que rompe el esquema, el clavo que sobresale”.

(Lu. 2017, pág. 18)


Hasta aquí vemos a la protagonista intercambiando roles de cazadora a cazada, y luego a cazadora otra vez. A Hideo le parecen de lo más interesante las habilidades de Énika, por lo que la invita a Tokyo proponiéndole trabajar para él y ser una de las jugadoras del torneo internacional más grande e importante del año. Dicho está que a Énika le parece estar viviendo un sueño: de la noche a la mañana, ¡su vida termina dando un giro de 360 grados! Sin embargo, lo que descubre más adelante es que no todo es color de rosa como pensaba, sino que el trabajo encargado consiste en algo mucho más peligroso que meterse en la competencia: atrapar a otro hacker con las mismas habilidades que ella. ¿Podrá entonces participar de los juegos sin ser detectada por el enemigo? ¿Es lo suficientemente buena como para cumplir con su trabajo mientras intenta proteger la seguridad de su equipo y de su propio jefe? Y lo más importante, ¿por qué el enemigo parece estar detrás de Hideo?


“Todas las puertas cerradas tienen una llave”.

(Lu, 2017. Pág. 38)


Con respecto a las similitudes con Real Player One, mientras que en dicho libro la realidad virtual es un fin en sí mismo – y hasta podemos decir de que se trata de un personaje más en la historia – en Warcross no sucede así, sino que el juego funciona como medio para desarrollar la trama detectivesca del gato y el ratón. Los avatares en Real Player One son totalmente inventados y cada jugador puede ser quien sea, no sabiendo la identidad del personaje con el que estás interactuando. En Warcross, cada jugador tiene un avatar con sus mismas características físicas, con leves diferencias, como es el caso de las armaduras, las armas, los “poderes” que usan para ganar ventaja durante el enfrentamiento, etc. Por lo tanto, no es una versión tan “libre”, y el juego no es totalmente ilimitado ni deja lugar a la exploración o a desentrañar misterios escondidos: el escenario o “round” ya se encuentra armado y se reduce a una competencia, lisa y llanamente, entre dos equipos.

El libro es de una longitud medianamente extensa, pero está escrito con un ritmo tan atrapante y vertiginoso que, con sus capítulos cortos y concisos, te dejan con ganas de saber qué es lo pasa en el siguiente. Tuve el placer de leer la edición en español de VRYA Editoras y es preciosa. Es una historia con acción, suspenso y una pizca de romance que te sumerge en un mundo futurista del que no quieres salir desde que empiezas a leer.

Soy fiel admiradora de la autora, a quien conocía anteriormente por sus dibujos y animaciones. Siempre me gustó su manera de escribir y de crear historias y, sobre todo, de inventar personajes fuertes y complejos. A decir verdad, no sabía con qué me iba a encontrar cuando me compré este libro pero, al venir de la genia de Marie Lu, supe que iba a ser algo bueno, ¡y no me decepcionó en lo absoluto!

Para los que gustan de leer distopías, lo súper recomiendo. ¡¡No puedo esperar para leer la segunda parte!!


“Este es, exactamente, el momento que justifica una cacería: cuando los fragmentos que fui descubriendo convergen en un punto perfecto, cuando veo a mi objetivo físicamente delante de mí, como una fruta madura por cosechar. 

Cuando armé el rompecabezas.

Te atrapé”.

(Lu, 2017. Pág. 20)


VALORACIÓN:  




-RESEÑA- "La pasaespejos 1 - Los novios del invierno", por Christelle Dabos

  "Leer un objeto requiere un poco de uno mismo para cederle el lugar al pasado de otro. Atravesar los espejos requiere enfrentarse a u...